Musikarekin irakurri nahi baduzu ...
Que no, que seguimos sin dar una, que ha sido la gran huevada y nos hemos pasado. Las Clarisas tienen que estar de nosotros hasta las narices y no hacen ni caso a nada…El domingo día 21 de octubre, que era cuando nos tocaba hacer esta excursión, dieron alerta naranja justo (¡qué casualidad!) por la zona de Irati, entre otras, …luego claro, el lunes mejoró el tiempo y tal, como suele ser costumbre…El caso es que madrugón a las 6,30 h en el “Buenpas” , allí se presentaron casi 60 personas y nada, a suspender la única de todo el año por las condiciones climatológicas (¡DE LLUVIA!); Avisamos a la gente que se atrasaría hasta el jueves, 25, y por fin, la hicimos ayer. Como no, la lluvia nos acompañó un buen rato, aunque luego lució a ratos el sol y fue una maravilla de etapa.
Que no, que seguimos sin dar una, que ha sido la gran huevada y nos hemos pasado. Las Clarisas tienen que estar de nosotros hasta las narices y no hacen ni caso a nada…El domingo día 21 de octubre, que era cuando nos tocaba hacer esta excursión, dieron alerta naranja justo (¡qué casualidad!) por la zona de Irati, entre otras, …luego claro, el lunes mejoró el tiempo y tal, como suele ser costumbre…El caso es que madrugón a las 6,30 h en el “Buenpas” , allí se presentaron casi 60 personas y nada, a suspender la única de todo el año por las condiciones climatológicas (¡DE LLUVIA!); Avisamos a la gente que se atrasaría hasta el jueves, 25, y por fin, la hicimos ayer. Como no, la lluvia nos acompañó un buen rato, aunque luego lució a ratos el sol y fue una maravilla de etapa.
Salimos a las 6,30 h del Buen Pastor, y para
las 9 de la mañana ya llegamos al Collado de Burdinkurutzeta, dispuestos como
siempre a afrontar una de las etapas más bonitas de las que llevamos desde que
aquél 22 de enero salimos de Donostia y nos adentramos por estas tierras
mojadas de Iparralde.
De la misma carretera sale un camino a la izquierda que
subiendo por una pendiente un poco exigente y con la compañía inseparable de la
lluvia nos deja después de 1 h en la cima de Mendibel (1.411 m).
La vista entre
la niebla, que de vez en cuando nos deja el panorama abierto es preciosa
(Okabe, Behorlegi, al fondo el Orhi…).
Poco a poco remite el agua, y seguimos
por un llano herboso que nos llevará, cuando llevamos casi 2 h. de camino,
hasta la cima de Txardeka (1.440 m). Se ven las cimas del pirineo navarro en la
lejanía.
Hemos entrado en Behenafarroa para volver a salir y pasar a Zuberoa
cuando pasamos por el Collado de Burdikoi.
Pasamos por el macizo de Eskalera y nos vamos acercando a los pastos de
Ahuzki siguiendo un buen rato las marcas de la GR10.
Teníamos miedo a los
cazadores que por estas fechas y con todos los puestos de caza desperdigados
por esa zona, podían presentarse y al ver semejante grupo de montañeros
reaccionar de alguna manera no muy agradable, pero con la niebla de alrededor y
la lluvia persistente que llevábamos de nuevo aguantando durante un buen rato,
las palomas o lo que fuera que pasara por allí se estarían riendo a gusto de la
situación.
Vimos algunos que se volvían por la carretera en sus vehículos no
sin antes decirnos que, claro, a ver qué hacíamos por allí con el tiempo que
hacía, ¡¡¡pues qué vamos a hacer, la EHO!!!. Llegamos al Collado de Aransus
con
alegría, mojados y sin cazadores, y ya eran las 13,30 h. Poco a poco se
empiezan a ver los edificios del Albergue y los Baños de Ahuzki, bonito
emplazamiento. Paramos media horita para comer algo;
Estaba repleto de gente y
decidimos, ya que había parado de llover, quedarnos fuera ya que la temperatura
era agradable (no bajó de 12-15 grados en todo el día). Después de descansar un
rato afrontamos la última cima del día, el Bohokortia (1.214 m),
pasando por la
fuente de Ahuzki, con propiedades medicinales, y cuyas aguas despedían un
fuerte olor.
Desde la cima del Bohokortia se divisa la Selva de Arbailleta y
los montes cercanos Beltxu y Zaboze,
y el Valle de Elsarre hacia donde nos
dirigimos, cuando ya empieza a lucir un reconfortante sol.
Dada la temperatura
exterior pronto comenzamos a sudar y a quitarnos ropa, que se fue poco a poco
secando.
La Selva de Arbailleta es de tipo calcáreo y
está sin tocar, de las pocas que prácticamente está intacta.
El camino se sigue
más o menos sin dificultad aunque en algunos tramos ni se ve. Ya estamos
bajando poco a poco hacia la zona del nacimiento de La Bidouze.
El espectáculo
de este bosque entre verde y marrón, dejando pasar el sol por sus altas hayas,
y con la humedad es impresionante.
Llegamos al sitio donde indica que justo
debajo está la cueva del nacimiento, atravesando unas escaleras que están rotas
y es muy peligroso descender, por tanto seguimos por el camino que atraviesa el
bosque bordeando las paredes, y llegamos a un punto en el que el descenso es
muy brusco, haciéndolo un poco peligroso por los resbalones a causa del barro
acumulado.
Después de este descenso el camino se bifurca a izquierda y derecha,
indicando a la izquierda el nacimiento de la Bidouze,
lugar al que la mayoría
se dirige (una media hora más), y a la derecha ya se llega pronto a la pista
que lleva directamente paralela al río hasta el lugar de Arla, un pequeño
barrio con un parking donde nos recogen de nuevo los autobuses.
Gran participación como siempre (casi 80
personas a pesar del cambio de día), en una etapa en la que al final lució el
sol, con un total de 24 Km., 900 m desnivel en subida y casi 2.000 en bajada, 8
horas de disfrute, con una lluvia y tiempo bastante normal para la época en la
que estamos. El bosque de Arbailleta y
todas las lomas que hemos atravesado en suave pendiente para disfrutar.
(MIREN MUÑOZ)
Ahora que vuelvo a ver las fotos de le etapa, pienso en la suerte que tenemos de tener este paisaje alrededor...(estoy un poco sensible hoy...)
ResponderEliminarQue bonito, que bonitoooo ... ese comentario ... que sensibilidad ... impresionante ...
Eliminar