A las 7 de la mañana de nuevo nos hemos reunido los "incondicionales" de esta vuelta a Euskal Herria, junto a unos pocos nuevos, después del paréntesis veraniego de 2 meses. Para las 8 y media ya estábamos "pateando" el terreno, comenzando en las campas de Armentia, en la capital alavesa, donde año tras año se celebra la fiesta de San Prudencio, patrón de Araba, a finales del mes de abril.
Desde allí atravesando el bosque, en una pequeña subida nos encaramamos al alto de Ezkibel, con los restos de un antiguo torreón, a 815 m.
Divisamos a los lejos el enorme polígono de Jundiz junto a la capital alavesa. Las antenas del Gometxa bien cerca.
Bajamos hacia la izquierda por bosque de robles. Más adelante y después de divisar la cima del Zaldiaran desde el Alto del Arenal, entramos en otro tipo de vegetación, hayas, para seguir un buen rato hasta que damos con una fuerte pendiente que nos llevará, bajo un sol de justicia, hasta la cima del Busto, a 978 m, con su vértice geodésico y pequeño buzón. Cerca está instalado un repetidor de TV, que afea el paisaje, junto con el resto de antenas que no dejamos de ver a nuestro alrededor. Continuamos por el ancho camino que une las cimas de Busto y San Miguel. Cambia de nuevo el terreno para adentrarnos en bosque de encinas, después de haber discurrido por un estrecho sendero junto a un precipicio. Estos bosques bajos hacen que el paso sea complicado, debiendo agacharnos y pincharnos en más de una ocasión. Otra antena adorna la cima de San Miguel (944 m).
Se divisa al Oeste la Sierra de Tuyo y el pueblo de Subilla, nuestro destino del día. Bajamos el puerto de San Miguel para subir a continuación a la siguiente loma y luego dejamos el cordal para continuar siguiendo las marcas del Camino de Santiago hasta la localidad de Villanueva de Oca donde una pequeña fuente nos refresca después de la sudada que llevábamos encima.
Cruzamos varias veces la carretera en esta etapa. Pasamos por tierras de cultivo y por pista y después de nuevo asfalto para llegar a La Puebla de Arganzón, donde hacemos la parada más larga del día.
Nos faltan todavía 3 horas para llegar a Subilla. Comemos y sobre todo bebemos, para luego, cansados, atravesar el Río Zadorra por un bonito puente, y más adelante subir hacia la Sierra de Tuyo, alcanzando la cima del Tuyo (805 m) después de hora y media desde la última parada en La Puebla de Arganzón...
Hay otro vértice geodésico en la cima y un buzón. Volvemos sobre nuestros pasos y alcanzamos el collado El Canto, para continuar por la loma hasta la siguiente cima, el San Vitores (891 m), que es la más importante de esta Sierra de Tuyo. Tenemos otro vértice geodésico y 2 curiosos buzones, una catedral y una mochila con paraguas.
Continuamos por el cordal atravesando un bosque de encinas bajas. Hay que atravesar un sucio terreno para llegar hasta una pista que nos conducirá, no sin antes volver a pasar la carretera, hasta la autopista que hay que pasar por debajo, por un túnel. Estamos a un paso ya de la población de Subilla.
Se han llegado a los 1.200 m de desnivel acumulado en una jornada calurosa, con "baja" asistencia de gente comparado con otras veces (76 personas...frente a 85-90 de otras ocasiones). Después del veranillo la gente se incorpora poco a poco, se está menos entrenado, cuesta más. Una vez entrado el otoño y encaminados hacia el invierno la cosa cambia. Volveremos casi a llenar los 2 autobuses. Vuelve a sonar el eco de esta gran vuelta.
(MIREN MUÑOZ)