martes, 19 de mayo de 2015

ENTRAÑABLE FINAL DE UNA PRECIOSA TRAVESÍA. A PARTIR DE AHORA MIRAMOS NUESTRA TIERRA DE OTRA FORMA...LLEGANDO A DONOSTIA Y FORMANDO PARTE DE LA HISTORIA DEL MONTAÑISMO VASCO. DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015.



7 de la mañana. Plaza del Buen Pastor. 81 mendizales y 2 autobuses. Hoy vamos a Orio para recorrer la antigua GR pegados al mar, hasta Donostia, de donde partimos hace 3 años y medio. 


Entre niebla, sintiendo tan cerca el mar, con nuestro querido "sirimiri"...así vamos progresando desde Orio por la bonita ruta GR que en 17 kilómetros nos acerca a nuestra ciudad. 


Se hace extraño este paseo junto al mar, cuando hemos caminado tantas etapas por el interior de Euskal Herria, por valles y montañas. Miro a mi alrededor, todo se intuye precioso. Cuando la niebla se disipa un poco, se ven las rocas pegando al mar, las lajas resbaladizas a la izquierda del estrecho sendero, y ahí, la fila de colores avanzando. 


Más arriba, vegetación y caseríos hasta la otra ruta  entre Donostia y Orio, el Camino de Santiago, más humanizada, menos montañera. El sendero por donde discurrimos está muy cerrado, se ve que no se ha rehabilitado. De no haber pasado casi nadie en mucho tiempo, pasamos a, de repente, 81 personas formando parte del paisaje. Hacemos camino al andar...


De vez en cuando nos mojamos, es primavera y Euskal Herria. Al atravesar zonas frondosas, la humedad nos cala aunque no esté lloviendo, sólo con el roce con la vegetación. Pasan los minutos. Vamos solventando pequeños problemas con el barro, las piedras mojadas que dan lugar a numerosas culadas, la nostalgia que golpea y se va. 


Pasamos por Agiti, Tximistarri...qué cerca me suena todo, qué cerca del final, cuando paremos de hacer kilómetros, grabar tracks, comentar etapas, prepararlas, escribirlas. 


Me encanta este camino por el que se pueden unir estos puntos de la costa, es salvaje y huele a mar. Pronto pasamos a pista entre casas hasta salir a la carretera donde está el Restaurante Buenavista. Desde aquí ya por pista entramos por Erregenea a Ondarreta, civilización. 


Estamos en Donostia, principio y fin de esta travesía. Son las 12,15 del mediodía. La ciudad nos recibe a la vez que el sol. Domingo al mediodía. 81 montañeros llegan a Donostia desde Donostia después de 35 etapas a través de las montañas de Euskal Herria.
Fué un 22 de enero del año 2012. Un frío y húmedo domingo nos pusimos en marcha 100 personas hacia Bera, todavía Gipuzkoa...Estábamos asustados. Nos metíamos en los confines de Iparralde durante todo un lluvioso año y medio...Baiona nos recibió con sol, Donibane Garazi en verano con calor, pero en las etapas intermedias cargamos con litros de agua...Maule, bella Zuberoa. Nafarroa, contrastes de campos y sierras, impresionantes Satrústegi, Urbasa y  Lókiz. Iruña en junio. Preciosa Araba, más sierras desconocidas, suaves montes llegando a Gasteiz, Sierra Cantabria, Roquedos infinitos. Bizkaia desconocida entre pinares, Bilbo en diciembre con el Bilbao Mendi Festival, Ganekogorta y Pagasarri...
Avanzamos hasta la Plaza de la Constitución,  en plena Parte Vieja. Allí hay música, euskal dantza para todos. 


Esos sonidos que animan a compartir pasos, alzar las manos, dar vueltas y vueltas y enmarcar una sonrisa en el rostro. Somos Euskal Herria. Continuamos con nuestro barro pegado a las botas y con la alegría del recibimiento, de haber terminado algo grande. En la Plaza Zuloaga nos reunimos para entrar todos juntos al Museo San Telmo y celebrar con ellos el final de una preciosa exposición que ha durado 3 meses, la de la historia del montañismo vasco, basada en el buen trabajo de recopilación llevado a cabo por Antxon Iturriza. Abrazos, obsequios, palabras de agradecimiento. 


Buen final de exposición, y buen final de una aventura que va más allá de kilómetros, desniveles, horarios, climatología...
Yo me quedo con esta tierra de contrastes, de sierras y valles, de nieblas, barro y humedad, de pequeños pueblos con sus  fuentes, ríos, langas, pistas y pinares, bosques impresionantes, boj y plantas aromáticas, castillos y roquedos, paso sosegado por las 7 capitales para, deprisa, salir de ellas y respirar tierra...Y haberlo compartido con tanta gente. 
 

Volveremos a caminar por esta preciosa tierra. Gora EHO eta EHOkoak!

                                                                 (MIREN MUÑOZ)

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