Amanece
un espléndido día en Asolaze…Nos desperezamos cerca de las 7 de la mañana, hora
del desayuno. Nos agolpamos en la cola de la máquina de café, somnolientos,
teniendo que levantarnos más de 3 veces a “pillar” cosas esenciales como el
azúcar, la mantequilla, mermelada, galletas…Ocupamos casi sin darnos cuenta el
mismo sitio en las mesas que el día anterior, medio dormidos pensando en la que
nos espera…27 km en un recorrido sube-baja desde la salida de Isaba hasta
Burgi…”bien” (me digo a mí misma), “hoy parece que tengo buen día…”Me metí a la
cama la noche anterior con una buena dosis de paracetamol y me sentía bien.
Salimos muy temprano (8 de la mañana) y con
una temperatura de -1. Enfilamos hacia el Santuario de Idoia, del siglo XVI,
bonito entorno.
Un poco más adelante nos metemos en un bosque de hayas, desnudas todavía, en donde el camino pierde un poco de pendiente respecto a lo que llevábamos hasta el momento.
Llegamos al collado de Miligrate (1362 m) donde tomamos una pista ancha desde donde ya se divisa la cima de Kakueta (1.583 m), nuestra “tachuela” del día.
Desde esta cima se divisa el Pirineo Vasco, y tuvimos la suerte de que el día estaba despejado. Un buen rato saboreando el hamaiketako y las bonitas vistas (Orhi, Hiru Errege Mahaia, Ezkaurre y cimas de Belagoa).
Avanzamos por una amplia zona herbosa hasta llegar a la cima de Izagra, y más adelante, Santa Bárbara, que da nombre a la sierra.
Las vistas son excepcionales hacia el Valle de Roncal y al otro lado, al de Bidankotze. A lo lejos ya se divisan los contrafuertes que se encuentran encima de Burgi, muy, muy lejos todavía. Descendemos con cuidado por un camino apenas visible en algunos tramos, cubierto de boj.
El grupo debe ir compacto ya que se cruzan en algunos momentos posibles caminos que no llevan a ningún sitio.
El calor empieza a apretar poco a poco, y las mochilas se vacían de agua y se llenan de ropa…Menos mal que veníamos bien provistos del liquido elemento puesto que no hay ninguna fuente en el camino. De vez en cuando se agradece la tímida sombra que dan los arbustos. Hemos pasado del azote del gélido viento en las cimas al calor caminando por esta vegetación baja.
Un poco más adelante nos metemos en un bosque de hayas, desnudas todavía, en donde el camino pierde un poco de pendiente respecto a lo que llevábamos hasta el momento.
Llegamos al collado de Miligrate (1362 m) donde tomamos una pista ancha desde donde ya se divisa la cima de Kakueta (1.583 m), nuestra “tachuela” del día.
Desde esta cima se divisa el Pirineo Vasco, y tuvimos la suerte de que el día estaba despejado. Un buen rato saboreando el hamaiketako y las bonitas vistas (Orhi, Hiru Errege Mahaia, Ezkaurre y cimas de Belagoa).
Avanzamos por una amplia zona herbosa hasta llegar a la cima de Izagra, y más adelante, Santa Bárbara, que da nombre a la sierra.
Las vistas son excepcionales hacia el Valle de Roncal y al otro lado, al de Bidankotze. A lo lejos ya se divisan los contrafuertes que se encuentran encima de Burgi, muy, muy lejos todavía. Descendemos con cuidado por un camino apenas visible en algunos tramos, cubierto de boj.
El grupo debe ir compacto ya que se cruzan en algunos momentos posibles caminos que no llevan a ningún sitio.
El calor empieza a apretar poco a poco, y las mochilas se vacían de agua y se llenan de ropa…Menos mal que veníamos bien provistos del liquido elemento puesto que no hay ninguna fuente en el camino. De vez en cuando se agradece la tímida sombra que dan los arbustos. Hemos pasado del azote del gélido viento en las cimas al calor caminando por esta vegetación baja.
Seguimos viendo las cimas de Belagoa cómo se
van quedando atrás, poco a poco estamos abandonando tierras húmedas y
adentrándonos en la zona media de Nafarroa, más cálida, con el cambio de
vegetación y el sol acompañándonos.
Después de atravesar el collado de Lezerena en
una suave bajada y siguiendo las marcas rojas y azules llegamos después de un
buen rato a un amplio claro desde donde la cima del Argible (1.203 m) está “a
tiro de piedra”.
Esta cima es muy pequeña y hay que visitarla prácticamente de uno en uno. Comemos algo disfrutando del sol en el claro y de ahí nos restan 2 horas y media de bajada hasta Burgi, por camino estrecho y pasando por varias bordas derruidas. Tenemos ganas de llegar después de un fin de semana “cañero” y precioso.
A las 5 menos cuarto de la tarde (casi 9 horas en total), llegamos a Burgi, nos cambiamos de ropa y justo tenemos tiempo de tomarnos una cervecita en los pocos bares que había abiertos.
Hemos hecho 27 km. y unos 1.200 m desnivel acumulado. El mes que viene nos espera una etapa muy larga que nos ha traído un poco “locos”, pero esa será otra historia.
Esta cima es muy pequeña y hay que visitarla prácticamente de uno en uno. Comemos algo disfrutando del sol en el claro y de ahí nos restan 2 horas y media de bajada hasta Burgi, por camino estrecho y pasando por varias bordas derruidas. Tenemos ganas de llegar después de un fin de semana “cañero” y precioso.
A las 5 menos cuarto de la tarde (casi 9 horas en total), llegamos a Burgi, nos cambiamos de ropa y justo tenemos tiempo de tomarnos una cervecita en los pocos bares que había abiertos.
Hemos hecho 27 km. y unos 1.200 m desnivel acumulado. El mes que viene nos espera una etapa muy larga que nos ha traído un poco “locos”, pero esa será otra historia.
(MIREN MUÑOZ)
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