Partimos del centro de Trebiño, ascendiendo junto al cementerio. Se admira el cereal ya con tonos ocres en contraposición a cómo estaba hace justo 4 semanas, con ese verdor de primavera que nos dejó a todos "anonadados".
Entre pistas y senderos con abundante vegetación, y rodeados de amapolas, bordeamos un embalse hacia el pequeño pueblo de Arrieta, que atravesamos junto a su Iglesia. A continuación y bajo el puerto de Zaldiaran vamos a parar al pueblito de Doroñu, con su plaza de la Iglesia y su fuente, de la que nos abastecemos de agua. Vamos avanzando poco a poco y en suave subida, por un bosque precioso y cerrado de robles y hayas, hasta el colladito previo a la cima de Arrieta (998 m), desde la que se ve la pequeña llanada trebiñesa y las sierras que la atraviesan.
Tomamos un tentenpié y continuamos la marcha hacia el antiguo puerto de Gasteiz, por sendero en fuerte bajada en algunos puntos. El sol y el fuerte viento nos acompañan en nuestro caminar divisando las sierras ya pisadas en anteriores etapas, desde el Ioar con sus feas antenas, pasando por la Sierra de Cantabria, el Bonete de San Tirso, Peña del Leon, Cruz de Hierro, Palomares (no ascendida pero una maravilla), Recilla, Toloño, El Cerro...¡cuánto camino recorrido!...
Atravesamos la carretera del Puerto, volvemos a coger una pista que pasando por alguna langa que otra nos va acercando cada vez más a Gasteiz.
Llegamos primero a la cima de Lendiz (852 m), con un pequeño vértice y buzón. A continuación por pista den hormigón ascendemos a la cima de Kurutzmendi con unos repetidores que "afean" el lugar, y desde el que no hay visibilidad al estar rodeado de bosque.
Descendemos hasta el pueblo de Gaztelu, muy cerquita ya de Gasteiz. Una fuente junto a la Iglesia para saciar la sed y ponemos rumbo hacia el Olarizu (710 m), a las puertas de la ciudad.
Desde esta atalaya las vistas sobre Gasteiz son incomparables. Al pie, las campas inundan de verdor la entrada en la capital.
Son las 15,30 h cuando los 85 componentes de esta "expedición" entramos en la ciudad, tranquila, en plena siesta, acogiéndonos su Plaza de Toros, Los Fueros, su Plaza Nueva...hasta llegar a la Plaza de la Virgen Blanca donde, una vez más, como sucedió en Iruña, queda plasmada la foto de rigor, en pleno corazón de esta quinta capital de Euskal Herria que visitamos recorriendo sierras, campos, cimas, caminos y bosques.
Ahora viene un descanso de 2 meses hasta setiembre, cuando retomemos de nuevo esta EHO, en la que nos volveremos a ver plenos de ilusión por continuar caminando por nuestra tierra.
(MIREN MUÑOZ)
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