Euskal Herria Oinez: BAJO EL AGUACERO ENTRE ITXASO Y BIDARRAI (ESTA VEZ HA SIDO UNA VERDADERA DUCHA). 20 MAYO 2012

Musikarekin irakurri nahi baduzu ...

Bueno…qué vamos a decir de esta etapa pasada por agua, las demás se pueden calificar de remojón esporádico pero es que esta última ya ha sido una auténtica ducha, y de no poder cerrar el grifo. Lo mejor, como siempre, esta gente sensacional que nos acompaña todos los meses, porque hay que aguantar este “tute” de horas de travesía, con las condiciones meteorológicas que tenemos.

Comenzamos puntuales, como siempre; Los 2 autobuses nos transportaron hasta Itxaso (Itxassou), precioso pueblo labortano que nos recibió con no demasiado frío, pero con esta lluvia que no nos quitamos de encima.

A las 08:50 h y bien pertrechados iniciamos la marcha atravesando las calles mojadas en dirección a la Iglesia de origen medieval. Hicimos la primera parada para admirar el bonito cementerio bien adornado, haciendo verdaderos malabarismos con las cámaras fotográficas, que si la saco pero dejo el bastón (y luego se me olvida), que si tengo la capa y me la tengo que quitar, que si no la saco porque la tengo dentro de la mochila…todo son problemas. A veces uno parece un perchero entre GPS, cámara de fotos, radio…y si encima llevamos bastones y paragüas, pues todo un circo en cada parada…

De la Iglesia seguimos por carretera asfaltada atravesando calles estrechas hacia el Barrio de Laxia y poco antes de llegar al mismo pasamos por la zona denominada Pas de Roland, un enorme tajo en la roca a nuestra izquierda que la leyenda atribuye a la fuerza de la espada “Durandal” del mítico caballero Roland. De ahí, enseguida cogemos una pista más estrecha en pendiente a la derecha, ganando altura sobre los caseríos dispersos entre prados y lomas. Dejamos Itxassou atrás y ya se adivina la primera cima del día, el Mondarrain (749 m). En la última cuesta después de pasar por el Collado de Amezketa, verdaderos “ríos” bajaban comenzando a empaparnos los pies. Pasamos por un hermoso hayedo previo al contrafuerte rocoso cimero. No llegamos a parar apenas en la cumbre por la densa niebla y agua que caía. Seguimos por la cresta, desde donde doy fe que las vistas son maravillosas (en la etapa de preparación pude disfrutar de este trozo de la etapa), sobre el litoral de Lapurdi, que pronto vamos a abandonar.

Nos dirigimos hacia el Collado de Arretse, parando un poco antes en una explotación ganadera , Esteben Borda, donde conseguimos tomar el “hamaiketako” del día en un descanso que se tomó la lluvia, ¼ de hora que nos permitió llenar nuestra caldera de combustible para continuar bajo el agua la poca distancia que nos quedaba para abandonar Lapurdi y adentrarnos en tierras de Behenafarroa. Decidimos no ascender al resto de cimas del día por las condiciones climatológicas existentes, Gorospil (702 m) e Iguzkimendi (844 m), una verdadera pena. Llegamos siguiendo la GR-10 al collado de Mehatse, punto limítrofe de 3 provincias, Lapurdi, Behenafarroa y Nafarroa, bonita explanada con importantes vestigios de dólmenes, menhires y crómlechs y bajo las antenas de Artzamendi, siempre presente en el recorrido.

Decidimos también acortar la bajada no siguiendo el camino que atraviesa Las Peñas de Itxusi, por la complicación de la lluvia con el terreno escarpado del sendero, y siguiendo la GR10 llegamos a Espaltzako Lepoa, desde donde se inicia una fuerte bajada dirección “Arpekosaindua”, después de salvar 500 m de desnivel, entre cascadas e imponentes vistas de las Peñas de Itxusi, que ya quedaban atrás.

En esta cueva se encuentra una estalagmita con forma humana que la leyenda recogida por Barandiarán atribuye a una niña pastora que se perdió en los parajes cercanos, y cuya humedad tiene propiedades curativas. De esta cueva a la carretera no quedaba ya mucho, unos 100 m más de bajada hasta dar con el caserío propiedad del guarda de la cueva. A partir de aquí unos 3 km. por carretera hasta Infernukozubia, un puente sobre el río Bastan donde se coge un sendero por la GR10 a la derecha hasta llegar a Bidarrai. Nos queda sólo una etapa hasta Donibane Garazi, a donde llegaremos en junio, tocando la tercera capital de esta entrañable y húmeda travesía.

Decimos por tanto adiós a Lapurdi; Dejamos nuestro querido mar adentrándonos en Behenafarroa y sus pueblos entre valles y montañas. Ha sido una etapa dura, con una persona “tocada” (Arantza, ánimo campeona), pero con un fuerte espíritu que impera en toda esta gran vuelta. En total, casi 25 km, 7 horas con 1400 m. de desnivel acumulado.
¡Ánimo cuadrilla!, en junio nos vemos las caras de nuevo….ya no digo nada del tiempo, porque contra los elementos no tenemos nada que hacer, pero sí deciros que es un placer recorrer esta tierra con vosotros, chapoteando, pasando frío o asándonos de calor.

(MIREN MUÑOZ)

Estas son fotos donde se ve lo que no pudimos ver.
La "organización" ya lo siente pero para otra vez será.